martes, 2 de abril de 2013

¿QUÉ TAN PREPARADO ESTÁS HOY DÍA PARA ASUMIR EL RETO DE SER UN LÍDER?


¿Qué tan preparado estás hoy día para asumir el reto de ser un líder?


Pregunta 1: ¿Con qué frecuencia te reúnes con tu equipo para evaluar su nivel de satisfacción con la manera en que se están haciendo las cosas?
Tu Respuesta: Una vez a la semana.
Cada vez está más comprobado que el nivel de satisfacción de la gente con lo que hace influye notablemente en su rendimiento.

Una persona que está a gusto con su posición laboral y con su equipo de trabajo requiere de mucho menos tiempo para hacer una tarea y, al mismo tiempo, de menor supervisión y control. Tener, por lo tanto equipos de trabajo con altos niveles de satisfacción es altamente rentable.

Como la sensación de agrado es un tema emocional, no escasean los jefes que encuentran irrelevante saber si su gente está contenta o no con la gestión, y ello se debe por lo general a su propia incompetencia para manejar los aspectos emocionales de su propia vida.

Por tanto, es muy poco probable que puedan atender esos aspectos en su equipo de trabajo.

Es una excelente noticia que por lo menos una vez a la semana evalúes el panorama emocional de tu equipo, pero muy especialmente si no obedece a la aparición de alguna crisis sino porque de manera genuina estás pendiente de los niveles de satisfacción de tus colaboradores.

Esos espacios de atención y participación, intencionalmente generados por ti, tienen un impacto sustantivo en tu gente: la hace sentir importante.

Ese es un mensaje muy poderoso. Hacer lo que es importante y trascendente cuando no es urgente es uno de los rasgos centrales del liderazgo. Pero cuidado: el hecho de que lo hagas una vez a la semana no garantiza que lo estés haciendo bien.

Por ello deberías estudiar las posibilidades que tienes a mano para elevar tu poder de influencia y generar a través de él espacios para potenciar la satisfacción del grupo y alcanzar mayor rendimiento en tu gestión.

Evidentemente, estás genuinamente interesado tanto en la gestión del equipo como en su bienestar, y ese es un avance verdaderamente valioso.

Pero te invitamos a dar el siguiente paso: llevar tu poder de influencia a su máxima expresión.
Pregunta 2: ¿Cómo describirías el trato que le das a tu gente?
Tu Respuesta: Con gran respeto. Les demuestro mi aprecio y mi valoración.
Estudios cada vez más serios y numerosos revelan que el factor de motivación más importante para los profesionales de hoy no es el dinero, como suele creerse con tanta frecuencia.

Tampoco tiene que ver con realidades materiales y concretas, como es fácil suponer desde el punto de vista heredado por el sistema de capitales.

Increíblemente, una las cosas más deseadas por los profesionales de hoy es sentirse valorados, respetados y tomados en cuenta: en una palabra, no ser tratados nunca más como un recurso.

Esto es así fundamentalmente porque, día tras día, los colaboradores de hoy son más exigentes, más cultos y conscientes de su dignidad. Exigen, por lo tanto, un trato acorde a sus méritos y capacidades, que es necesario garantizarles si realmente nos interesa conservarlos en nuestro equipo.

Por ello te felicitamos por estar consciente de que tus colaboradores no son recursos productivos sino personas, como tú mismo, y que merecen ser tratadas con total respeto y dignidad.

Sin embargo, no es suficiente un trato de cortesía, aprecio y valoración para potenciar el desempeño de tu equipo. Hay formas de relacionarte con tu gente que son capaces de elevar su rendimiento cuando elevas tu nivel de influencia en ellos.

Se trata, entonces, de invertir en tus colaboradores para desarrollarlos y potenciar así los resultados de tu gestión. Pero para ello necesitas potenciar tu propio liderazgo, y ello empieza por elevar tu capacidad para influir en tu gente.

Sólo te falta asumir el desafío: vas en la dirección correcta.
Pregunta 3: ¿Qué tan a menudo le recuerdas a tu equipo la trascendencia de su trabajo?
Tu Respuesta: Permanentemente. Es vital que se sientan orgullosos de lo que hacen.
Estudios de prestigio internacional como Great Place to Work®, entre otros, revelan que la gente quiere trabajar en lugares donde puedan sentirse orgullosos de la tarea que realizan, donde puedan tener muy en claro el impacto y la trascendencia de su esfuerzo y de sus aportes.

Quiere decir que no quieren ser parte de una organización, una empresa o un proyecto sólo para resolver sus necesidades materiales, sino porque están movidos por la certeza de que su trabajo impacta positivamente la vida de otras personas y de su entorno.

Así pues, es tu responsabilidad como jefe invertir en hacerle saber a tu gente que su tarea tiene significado y trascendencia, porque esa es la verdadera clave para sintonizarla con su máximo nivel de compromiso y, por consecuencia, su máximo desempeño.

Por tanto, queremos felicitarte: lo estás haciendo muy bien. Les recuerdas permanentemente a tus colaboradores la trascendencia de su trabajo porque sabes que es vital que se sientan orgullosos de lo que hacen, y seguramente estás viviendo las prósperas consecuencias de tu actitud.

Pero es probable que no la hayas identificado como una herramienta para influir en tu gente y hacerla más productiva, que aprovechada al máximo e inteligentemente puede reportar incrementos inusitados en el desempeño grupal y en los saldos globales de tu gestión.

Así pues, para pasar al próximo nivel de influencia y potenciar tu capacidad de obtener resultados, te conviene tomar conciencia del poder de esta herramienta y aprovechar el camino que ya has recorrido para llegar aún más lejos.

Si así lo decides, mantente alerta a nuestras próximas entregas: el camino a la excelencia espera por ti.
Pregunta 4: ¿De qué manera le comunicas a tu equipo que eres un gerente confiable?
Tu Respuesta: De acuerdo a cada situación, si es necesario.
Uno de los rasgos principales de los lugares donde los colaboradores de hoy día prefieren trabajar es que allí sienten que confían verdaderamente en las personas para las cuales trabajan.

En otras palabras, donde los jefes se muestran y actúan como personas genuinas, dedicadas y transparentes, y por tanto, generadoras de credibilidad y congruencia.

Ese, precisamente uno de los atributos de las personas que ejercen influencia positiva en otros.

Si consideras que sólo de vez en cuando te muestras como confiable, te invitamos a revisar qué tan claro tienes el concepto de confiabilidad.

La confiabilidad no es un rasgo ocasional sino permanente, y nunca varía de acuerdo a la situación. Es el artífice de la congruencia, y ésta es una cualidad categórica: eres congruente, o no lo eres.

Por ello resulta mucho más «confiable» una persona que es nunca es confiable a otra que lo es a ratos o según su conveniencia: del primero, ya se sabe qué esperar, mas del segundo no es posible tener ninguna certeza, y la incertidumbre es la madre de los errores.

Si, en efecto, eres una persona verdaderamente confiable, ésta no es la mejor manera de comunicarlo, pero sí es una muy buena manera de disminuir tu capacidad de influir positivamente en tu equipo.
Pregunta 5: ¿Cómo es la relación con tus colaboradores?
Tu Respuesta: Invierto permanentemente en fortalecer los vínculos interpersonales.
Una de las principales características los equipos de alto desempeño es que el vínculo interpersonal siempre trasciende lo laboral. Ese, además, es un rasgo de los lugares que son considerados ideales para trabajar porque ello genera una identificación entre quienes integran el equipo.

Dicho vínculo no representa de ninguna manera, como tradicional y equivocadamente se ha visto, la disolución del compromiso y del respeto del colaborador hacia su jefe, sino que por el contrario potencia la capacidad de compromiso y redefine los parámetros de productividad.

Como consecuencia natural, un equipo que ha establecido sólidos vínculos interpersonales es capaz de elevar sus niveles de desempeño de manera muy significativa apoyados precisamente en el enlace emocional que humaniza y resignifica la relación de trabajo.

Si en efecto inviertes en el vínculo con tu gente fuera del espacio de trabajo, es sin duda una excelente noticia: estás fomentando su sentido de pertenencia, de orgullo por lo que hacen, y eso incrementa sus niveles de identificación contigo como gerente y con tu gestión.

Estás definitivamente encaminado hacia el desarrollo de tu capacidad para influir en tu gente, y mejor aún, hacia la maximización de tus resultados y los del equipo.

Pero no es lo mismo invertir espontáneamente en el fortalecimiento de esos vínculos que hacerlo con la plena conciencia de que dicha inversión puede y debe convertirse en un camino para tu empoderamiento, para la construcción de tu propio liderazgo.

Esa, hoy, es nuestra invitación para ti.
Pregunta 6: ¿Qué tanto necesita tu gente ser supervisada?
Tu Respuesta: Depende de la tarea. Las tareas delicadas requieren mi supervisión directa.
La gerencia autogestionaria es un tema cada día más extendido y estudiado, en especial por lo relacionado a las oportunidades que aporta a la conformación de equipos autodirigidos.

Esto es así dado que la gerencia autogestionaria es capaz, precisamente, de empoderar a las personas dotándolas de mayor autonomía, desarrollando su capacidad para asumir riesgos y para conformar equipos que optimizan los procesos de supervisión.

Los gerentes de hoy esperan y necesitan que su gente demuestre iniciativa y una clara tendencia a la innovación, pero eso sólo es posible en equipos que se sienten talentosos y cuentan con posibilidades reales tanto en el libre acceso a los recursos como en su libertad de acción.

A mayor supervisión, menor autonomía. No es imposible que, en efecto, el equipo —o parte de él— no esté en genuina capacidad de asumir ciertas tareas, y eso no merece mayor comentario.

Pero es también demasiado frecuente suponer que la gente no puede hacer algunas cosas simplemente porque no se le ha permitido demostrar que tiene talento para ello.

Si, por la razón que fuera, necesitas supervisar de cerca una tarea delicada, te conviene hacerte a ti mismo esta pregunta: ¿superviso para controlar o para prestar apoyo?

Y, por el otro lado, cuando decides no supervisar, pregúntate si es porque no te provoca, sencillamente, o porque estás abandonando a tu gente.
Pregunta 7: ¿Necesitas recurrir a tu autoridad y tu poder para que tu gente actúe?
Tu Respuesta: De vez en cuando. Con ciertas personas o cuando necesito mayor compromiso.
Todo gerente posee autoridad y poder por el sencillo hecho de ser jefe: una organización y al menos un equipo de personas así lo legitiman. Eso le convierte en una autoridad en un área determinada de conocimientos y le hace responsable de ciertas atribuciones.

Ese poder implica, naturalmente, la posibilidad del premio o del castigo según se alcanzan o incumplen los objetivos propuestos. Lo terrible es que buena parte del tiempo los gerentes creen que amenazar o castigar es parte del «trabajo sucio», y que naturalmente les corresponde hacerlo.

He aquí los hechos: quien echa mano del poder y de la autoridad para mover a su gente es precisamente quien lo necesita. Habrá quien pregunte: pero, ¿quién no lo necesita? Un gerente apoyado en su propio liderazgo y capaz de influir positivamente en su equipo.

Sabes, evidentemente, que la influencia es una mejor manera de mover a tu gente, mucho más eficaz que la autoridad y el poder, y sabes además que es capaz de incrementar el desempeño y el compromiso.

Pero puede ser que no la estés usando de manera genuina o, sencillamente, de la mejor manera posible.

Por ello te conviene invertir en tu capacidad de influencia con los máximos niveles de conciencia y compromiso si te interesa lograr que tu gente siempre haga lo que tiene que hacer y trascienda los objetivos de la gestión sin tener que recordarle que tú eres el jefe.

Eso, por fortuna, es algo que se puede aprender. Y mucho antes de lo que te imaginas.
Pregunta 8: ¿Con qué frecuencia renuevas el personal de tu equipo?
Tu Respuesta: Casi nunca. Es más costoso cambiar de personal que retenerlo e invertir en él.
Estudios de máxima seriedad e impacto internacional han demostrado durante años que cambiar el personal de los equipos de trabajo es mucho más costoso que conservarlo, contrario a lo que corrientemente sostiene un poblado sector del mundo gerencial de hoy.

Esto se debe fundamentalmente a que los procesos de trabajo son cada día más exigentes, específicos y cambiantes, y no es fácil conseguir gente con el perfil adecuado para llevarlos a cabo. Por tanto, una vez que tienes personal talentoso en tu equipo, lo ideal es tratar de protegerlo.

Allí se pone de manifiesto uno de los principales indicadores del poder de influencia: si tu gente quiere abandonar el equipo o, en efecto, lo hace con frecuencia, te conviene preguntarte si tu jefatura está vinculada a esa costosa y perjudicial tendencia.

Si tu primera opción es siempre invertir en tu personal, tienes razones para alegrarte: tu gente está comprometida contigo, y has logrado retenerlos porque se sienten satisfechos bajo tu dirección y no necesitan buscar en otra parte lo que ya han conseguido en su trabajo.

Esa decisión se ha traducido, por un lado, en ahorros significativos para la organización —que no ha necesitado invertir en la recurrente capacitación de nuevos empleados— y, por otro, ha sumado en tu calificación como gerente buenos puntos en materia de efectividad y liderazgo.

Sin embargo, es necesario que te mantengas alerta a las tendencias actuales para expandir a límites superiores tu poder de influencia, y alcanzar así niveles insospechados de crecimiento.

Y esa posibilidad está aquí, ahora, en tus manos.
Pregunta 9: ¿Le das a tu gente oportunidades para poner a prueba su talento?
Tu Respuesta: Permanentemente. Su expansión personal impacta la expansión del negocio.
La gente que nos toca recibir hoy en nuestros equipos de trabajo, cada día más capaz, talentosa y consciente de su valor personal y profesional, nos impone el enorme desafío de dirigirla y desarrollarla de acuerdo con las exigentes tendencias gerenciales de nuestros días.

Esas tendencias están cada vez más alineadas con la dimensión humana de nuestros colaboradores, tradicionalmente despreciada, y se apoyan en ella para la optimización de métodos y procesos y la maximización de resultados.

Y aunque naturalmente la gente necesita ser productiva, también quiere y necesita oportunidades claras y significativas de desarrollo, y quizá la mejor manera que tienes de ofrecérselas como gerente, es permitirle demostrar y poner a prueba sus potencialidades.

Es así como la necesidad de encontrar espacios para la expresión del talento se hace cada vez más imperativa en las aspiraciones de los profesionales de nuestra época, dado que allí encuentran una manera trascendente de hacer aportes a favor de la gestión con la que están comprometidos.

Y eso, precisamente, lo que estás haciendo. Estás activando en tu equipo una atmósfera general de satisfacción, innovación y de constante descubrimiento de posibilidades de expansión para todos y, por consiguiente, del negocio y de tu propio liderazgo.

Pero es vital evaluar el panorama de esas oportunidades, a fin de diagnosticar fallas o espacios de mejora: a menudo generamos oportunidades a nuestra gente pero les abandonamos, no generamos expectativas claras, o brindamos escenarios de desarrollo en áreas que son de escaso o nulo interés para ellos.

Desde tu poder de influencia, por tanto, debes aprender a conectarte eficazmente con la capacidad de escuchar, de acompañar e indagar qué oportunidades requiere el otro para su desarrollo, y convertirte de esa manera en una plataforma de empoderamiento para el negocio, para tu gente y para ti mismo.


8 PODEROSAS Herramientas de Influencia


Son un conjunto de actitudes de total compromiso, permitiendo desarrollar al máximo todas las habilidades, es el deseo de hacer las cosas bien, es contar con la actitud 7para aportar al crecimiento individual y grupal, es ser conscientes de que las tareas se pueden ejecutar con calidad, Lo que nos permite impregnar de energía a las personas con las que interactuamos con un liderazgo efectivo, sin necesidad de imponerse, ni mandar
De esta manera, el éxito se dará cuando los colaboradores decidan acompañar a su líder y así mismo mejorar los resultados propios de su cargo y en general de la empresa.


      1. Escuchar: 
                                                                 

Con escuchar se puede engrandecer a las personas que se tienen a cargo.
Permitirles expresar sus ideas, conocerlos, saber de sus intereses no solo en el ambito laboral sino tambien en el personal, saber que les afecta y por tal razon, por que se desempeñan de una u otra forma en su diario vivir.
Es importante que esta escucha se haga de manera genuina, con honestidad, que así lo perciba nuestro interlocutor y de esta manera no solo limitarse a lo que dicen sus palabras sino tambien su cuerpo, entender su lenguaje corporal puede permitir conocer mucho mas de esa persona y asi incrementar el nivel de influencia.

                                                     
2. Participación:
 
Con la participación se plantea mas que comunicarle una idea a los mienbros del equipo.
La participación consiste en que ellos asimilen y partcipen de una idea dentro del desarrollo de la misma, o que a su vez puedan aportar sus propias ideas con el claro convencimiento de que seran tomados en cuenta.
Esta participacion incrementa en ellos su autovaloracion, saben que sus ideas son tomadas en cuenta y que por ende sus aportes son importantes
El beneficio adicional es que se mejora la capacidad de influir en ellos. 
Es importante anotar que esta participacion no implica que al indiivuduo se le permitira hacer lo que quiera, sino que su idea estara sujeta a la acertada valoracion del provecho para el grupo.

                                                         
3. El modelaje:
Es demostrarle al equipo de trabajo, que si el líder es capaz de desarrollar una tarea, los demás también lo pueden hacer. Es dar ejemplo de que se pueda abrir sus mentes para asumir nuevos retos y entender que se pueden desarrollar esos nuevos retos.


4. La valoración:

Valorar a los colaboradores es una herramienta vital, esta herramienta permite mejorar el nivel de compromiso de los colaboradores. Es permitirles saber lo realmente importante que son para el líder, es expresarles de la manera más honesta el aprecio que se les tiene como persona y como miembro del grupo de trabajo, es  darles reconocimiento por su labor, y darles a entender que se valoran y que su trabajo es importante para el buen funcionamiento de la actividad en general.


5. Expectativas:
Permite desarrollar en el colaborador su propia percepción de un ser talentoso, es darle la seguridad que puede enfrentarse a una determinada situación y salir victorioso de la misma, el problema principal que ataca esta herramienta es el automenospreciarse.
Sin embargo, al desarrollar y mejorar su auto-aprecio se puede obtener una persona con más deseos de trabajar al interior del grupo.


6. Ambientes Y Recursos:
Como líder es importante generar un ambiente adecuado para el desarrollo de las actividades de los colaboradores, que permitirá desarrollar la actividad de una manera agradable y por ende se obtendrán mejores resultados
El no proporcionales este ambiente, puede generar resultados totalmente diferentes a los esperados, por lo que se hace necesario invertir recursos de la empresa en este propósito.


7. La confianza:

Como líderes se tiene una alta responsabilidad en implementar y demostrar un alto nivel de confianza a los colaboradores y en sí mismo, es demostrarle a su equipo la seguridad con la cual se deben de desempeñar las tareas con la finalidad de que así mismo ellos puedan actuar de manera segura y apuntar a mejores resultados como se mencionaba en el modelaje.

8. El Entusiasmo:
Se hace de vital importancia que el líder mantenga constantemente una actitud de entusiasmo, esto incentiva al personal a cargo a que quieran unirse a diferente proyectos planteados, así mismo una persona con entusiasmo desarrolla de mejor manera sus actividades, ya que siempre da el mejor esfuerzo. El entusiasmo es contagioso. 



viernes, 22 de marzo de 2013

RASGOS DE LA PERSONALIDAD Y LIDERAZGO


RASGOS DE LA PERSONALIDAD Y  LIDERAZGO



Personalidad y rasgos
Los rasgos son características que distinguen a las personas. La personalidad es una combinación de rasgos que defienden el comportamiento de un individuo.
La personalidad tiene bases genéticas, pero también la determinan factores ambientales. Los genes que heredó influyen en su personalidad, pero también influyen la familia, los amigos, la escuela y el trabajo. Hay muchos métodos para clasificar la personalidad, y uno de éstos, ideado para el liderazgo, identifica 16 tipos de personalidad líder. El modelo de las cinco grandes dimensiones de rasgos de la personalidad es el que goza de mayor aceptación para clasificar la personalidad, pues se sustenta en investigaciones muy serias.

Emocional: Están los rasgos de liderazgo y extroversión.
Las personas con marcados rasgos de emocionalidad (dominantes) quieren siempre hacerse cargo de la situación.
Su comportamiento dominante oscila entre el interés por llevar la delantera y dirigir, y competir e influir. Quienes no poseen una acentuada emocionalidad prefieren ser seguidores y no rivalizar o ejercer su influjo en nadie.
Lo emocional se halla entre la extroversión y la introversión. Si bien los extrovertidos son sociables y les gusta conocer a otras personas, los introvertidos son tímidos.

Empatía: Se destacan los rasgos de armonía interpersonal.
Una persona como cálida, de trato fácil, compasiva, amigable y sociable significa que su rasgo de empatía es acentuado.
Pero no cuando nos referimos a ella como fría, difícil, impasible, poco amigable y antisocial.
Quienes tienen empatía son sociables, dedican la mayor parte de su tiempo a la gente y cuentan con muchos amigos.

Ajuste: Comprende rasgos de estabilidad emocional.
El ajuste se sitúa entre la constancia y el cambio emocional.
Posee autocontrol, la tranquilidad (resistir a presión, estar tranquilo, seguro y ser positivo)
Tiene tendencia de elogiar a los demás

Escrupulosidad: Son los rasgos relacionados con el logro.
Son responsables y dignos de confianza.
Poseen acentuada credibilidad, accesibilidad y organización.
Se caracterizan por estar dispuestos a trabajar arduamente y conceder tiempo y esfuerzo adicionales para cumplir con los objetivos y lograr buenos resultados.

Apertura a  la experiencia: Esta relacionado con la disposición a cambiar y probar cosas nuevas. Buscan el cambio y probar nuevas cosas, mientras que quienes tienen una disposición baja a la apertura evitan toda modificación y novedad. 



Perfiles de la personalidad



Se emplean para clasificar a la gente y predecir los resultados positivos en el trabajo. 
Muchas organizaciones realizan pruebas de personalidad para asegurar una correspondencia adecuada entre el trabajador y el empleo.

Así pues, las organizaciones con frecuencia aplican pruebas de personalidad para determinar si el perfil de una persona puede pronosticar buenos resultados laborales.

Este modelo de las cinco grandes dimensiones se aplica a nivel universal, en diferentes culturas. Los estudios han demostrado que en los pueblos de Asia, Europa occidental, Medio oriente, Sudamérica y Norteamérica suelen considerarse las mismas cinco grandes dimensiones de la personalidad. 
En general, la dimensión de escrupulosidad es el mejor indicador de éxito en el trabajo a nivel mundial.


Rasgos de un liderazgo mal orientado


En ocasiones, esos personajes se fortalecen en su arrogancia debido a algunas experiencias positivas. Pero por lo general son simplemente víctimas de su mal carácter. Y como resultado, también sus colaboradores y su compañía se convierten en víctimas, pues esos personajes no son solamente insoportables: también son peligrosos.
  • Su estilo es intimidatorio, los consideran insensibles y bruscos.
  • Parecen fríos, distantes y arrogantes.
  • Defraudan la confianza personal depositada en ellos.
  • Son egocéntricos, y parecen ambiciosos en exceso y siempre concentrados en el trabajo siguiente.
  • Tienen problemas de desempeño específicos en el negocio.
  • Administran en exceso y son incapaces de delegar responsabilidades o formar un equipo.


Rasgos De Los Líderes Efectivos